Mi nombre es Valentina Paz, nací en Santiago de Chile en 1985. Desde que tengo memoria me ha interesado el desarrollo humano, qué nos hace ser cómo somos, para qué estamos aquí y cómo nos relacionamos entre nosotros e internamente. Me considero primero una persona que pregunta, siento que nuestro mundo es fascinante, fui una niña inquieta por aprender y reflexiva. Todas esas características y mi historia familiar, me llevaron a estudiar sociología, ciencias sociales, camino que dejé para internarme en el mundo de las terapias complementarias. Comencé a meditar más formalmente hace aprox 15 años con distintas técnicas (zazen, visualizaciones, atención plena, taichi, chikung (qigong), yoga, etc.) Y luego fui tomando diferentes cursos o talleres relacionados con mi interés espiritual.
En esos tiempos recuerdo más de boca en boca, un taller de aura, talleres energéticos, filosofía budista y china, animales de poder, algo de chamanismo, conexión con el corazón, plantas sagradas, flores de bach, círculos de mujeres, tarot, libros, recapitulación, algo de astrología, meditaciones guiadas, Pnl, eneagrama, misticismo, procesamiento mental y emocional, algo de psicología, tomé distintas terapias, regresiones, tuve aprendizajes, conversaciones, reflexiones, en grupos e individualmente, con formaciones online y presenciales. Decía que si hubiese una universidad espiritual, probablemente me formaría en ella.
Eso, hasta que un día recibí la información de un taller sobre Registros Akáshicos y mi corazón comenzó a latir muy fuerte. Desde ese taller en adelante sentí que en esa herramienta quería profundizar para ofrecer a los demás. Estudié más formalmente entonces en 2 escuelas hasta certificarme, ARCI (Akashic Record Consultants International) y Academia Holística, de eso ya hace aprox 10 años. Entre las otras herramientas que me llamaron la atención, las Constelaciones Familiares de Bert Hellinger tienen un lugar especial. El aspecto sistémico de quienes somos, lo colectivo que nos influye desde las ciencias sociales ya tenía un lugar en mi forma de ver el mundo. Además de participar en diferentes talleres de constelaciones para mis propios procesos, estudié entonces una variante que incorporaba los registros akáshicos en su formación, denominada «Constelaciones Akáshicas» y actualicé también mis conocimientos con una formación de «Constelaciones Familiares Grupales e Individuales» en el Instituto Flores Mágicas, convirtiéndome en Consteladora Akáshica y Consteladora Familiar.
Desde ese entonces en adelante, comencé a realizar lecturas y talleres, sesiones individuales y grupales, meditaciones en grupo con colegas, mientras seguía profundizando en mi formación con distintos cursos, Reiki Integral, Munai Ki, Mujokenai, realizando prácticas y armonizaciones energéticas, etc. Especialmente en las meditaciones, sentí la necesidad de poner más atención a nuestras emociones y cuerpo. También para poder meditar, siento necesario hacernos más conscientes de nuestros movimientos internos, historias, y sobre todo una manera de llevar nuestra emocionalidad, sensaciones y de navegar nuestro mundo interior de una manera más empática y compasiva, cosa que generalmente no aprendemos en nuestra educación tradicional. Fue ahí donde decidí estudiar Focusing (Enfoque corporal) en el Instituto de Focusing Chile. Volviendo un poco la mirada a la psicoterapia humanista-experiencial, esta herramienta sentí que me dio lo que necesitaba en ese momento para integrar una visión más holística, para poder entender cómo procesar nuestro mundo interior, mente, emociones, espiritualidad y poder ocupar también nuestro lugar en el mundo colectivo. Creo que somos seres humanos simples y complejos a la vez, encarnados en la tierra. Para consolidar entonces todo el camino que tracé, cursé también más formalmente un «Instructorado en Meditación y Mindfulness» en el Instituto Felicidad Sustentable, integrando esas herramientas y prácticas a todo lo que conozco. Actualmente estoy dando talleres grupales y clases particulares online de esas técnicas!
Me considero entonces, una persona al servicio del desarrollo de los demás, mientras transito el mío propio y sigo aprendiendo, expandiendo y recordando. Cada sesión o clase que realizo la siento un espacio sagrado, en donde estoy a disposición del camino de quienes consultan y participan con todo lo que soy. De esa manera, desde esa transformación o autorrealización interna, creo que también es posible que «avancemos» como humanidad.
Quedo a disposición de quien resuene!
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